La plata iónica (transparente) es extremadamente inestable químicamente y reactiva. Prácticamente toda ella reacciona fuertemente con las proteínas y el ácido clorhídrico en el estómago formando AgCl (cloruro de plata) que luego es estable y se precipita. Debido al hecho de que inmensas cantidades de AgCl se forman en el estómago después de la ingestión de plata iónica, en algún momento – parte de esa plata – (menos del 2-3%) puede disociarse y reaccionar más con otras sales o proteínas.

Cuando alcanza de nuevo otra sal – de nuevo – 1-2% de 1-2% puede disociarse de nuevo, manteniendo este ciclo tal vez una reacción más. En el momento en que la plata iónica alcanza una proteína – la plata, en general, se adhiere con fuerza y a menudo resulta en la deformación y desnaturalización de la proteína. Por eso la plata iónica (en grandes cantidades y/o concentración) es cáustica y tóxica. La plata iónica transparente es prácticamente millones de billones de billones de iones que inundan y “queman” los tejidos. La única razón por la que las empresas actuales se salen con la suya es que utilizan una pequeña cantidad de plata. La mayoría de la plata transparente disponible en el mercado se “fabrica” comprando nitrato de plata comercialmente disponible en una tienda de productos químicos y diluyéndolo con agua o un gel. Así que la plata transparente iónica no es buena para ser ingerida en el cuerpo.

La plata coloidal es una dispersión estable de pequeñas partículas de plata (menos de ~100 nm) en un líquido (más a menudo agua). La plata coloidal es una suspensión de partículas, lo que significa que la plata NO se disuelve.

Es básicamente otro nombre químicamente establecido para la plata coloidal.

Debido a la dispersión de las partículas y la absorción de la radiación en el espectro electromagnético visible, los coloides de plata (o soles) son típicamente amarillos. Cuanto más concentrada es la dispersión, más intenso es el color. Los productos que no están coloreados o no contienen plata coloidal, o la concentración es extremadamente baja.

Un estrecho rayo láser enviado a través de la solución se hará visible (esto se llama el efecto Tyndall). Si el rayo láser no es visible, no hay partículas presentes.

Suelen ser esféricos, pero también pueden ser como plaquetas. Las dimensiones varían de 2 nm a 100 nm.

Si las partículas son demasiado pequeñas, tienden a agregarse, lo que hace que la dispersión sea inestable y, por lo tanto, crea problemas de almacenamiento a largo plazo. Si son demasiado grandes (por encima de 30- 40nm), tienden a quedar atrapadas en varios tejidos/órganos del cuerpo (como en un tamiz).

No, no es la partícula la responsable del efecto antimicrobiano. Es la plata iónica resultante de la disolución de la plata metálica y la oxidación de los átomos de plata a iones Ag+. Por esta razón, también se pueden utilizar sales de plata (como el nitrato de plata, por ejemplo) para aplicaciones antibacterianas. Sin embargo, los nitratos no son el único carcinógeno, sino que también representan un método ineficaz ya que no proporcionan una liberación lenta de los iones de plata en el medio ambiente al que se dirigen como lo hacen las pequeñas partículas de plata.

Sólo en una forma menor. Las partículas más pequeñas tienen una alta energía superficial (baja curvatura) que permite una disolución más rápida del metal y un aumento más rápido de la concentración de iones Ag+ responsables de los efectos antimicrobianos. Al igual que el tamaño, la forma tiene un impacto menor en la rapidez con la que se alcanza la concentración de iones de plata necesaria.

Se cree que el ión de plata interactúa con los grupos funcionales que contienen azufre en las moléculas de las bacterias bloqueando las vías metabólicas y los mecanismos de reproducción.

Entre otras vías, puede hacerse mediante la reducción de sales con agentes reductores (como el ácido ascórbico) o mediante la generación de átomos de plata en el agua a través de un arco eléctrico.

No es recomendable porque las partículas pueden agruparse en el tracto digestivo para formar entidades más grandes que quedan atrapadas en los diferentes órganos.

Sí, es como la plata fotográfica expuesta a la luz. La ingestión de demasiada plata hace que la plata se acumule en el cuerpo en forma de diversas sales orgánicas. Cuando se exponen a la luz, estas sales se reducen a plata metálica, dando a la piel un color más oscuro.  Sin embargo, para llegar a este nivel, se debe ingerir una gran cantidad de plata. Sólo se reportan unos pocos casos, y el único problema es el color gris. No tienen otros problemas de salud debidos a la plata, a menos que ingieran cantidades exageradas y se atraganten con ella.

Este problema puede evitarse utilizando el tamaño de partícula adecuado de no más de 5-20 nm, recubriéndolas para que no se agrupen (como en la plata coloidal de alta calidad) y utilizando la cantidad adecuada. El revestimiento debe estar especialmente diseñado para no ser tóxico y permitir que los iones se difundan en la solución. Este revestimiento especial también proporciona estabilidad de la dispersión a lo largo del tiempo.

Una vez más, los efectos antibacterianos dependen de la concentración de plata iónica establecida en la solución circundante. En última instancia, lo que importa es la cantidad y el tipo de plata ingerida. La concentración de ppm del líquido ingerido no es importante. Lo que importa es la cantidad total de plata ingerida y su forma. La misma cantidad de plata puede ser diluida en una pequeña o gran botella de agua. La cantidad de plata es la misma, pero las ppm son diferentes. Lo que cuenta es la concentración de plata o ppm en la sangre o los fluidos corporales.